TITULO DE CADA ENTRADA
LOS 7 PECADOS CAPITALES EN REHABILITACIÓN INFANTIL
¿Pecados en Rehabilitación Infantil? ¿Qué te has fumado, Gloria?
Como diría Isabel Pantoja: Hoy quiero confesaaaarr…
Voy a hacer una confesión colectiva.
Va por mí y por todos mis compañeros, igual que decíamos cuando jugábamos al escondite.
Son pecados que habitualmente se dan en este mundillo y creo que podríamos intentar corregir entre todos para que esto funcionara mejor.

SOBERBIA: Creer que estás en posesión de la verdad absoluta
Tanto si eres el Médico Rehabilitador, como si eres el Terapeuta Ocupacional, el Fisioterapeuta, el Técnico de ortopedia o cualquier otro profesional que participa en el tratamiento rehabilitador, independientemente de tu “categoría”, ten siempre en cuenta las opiniones de los demás.
Escucha con humildad.
Quizás tú tienes mucha experiencia, lo ves muy claro, estás seguro de que tu opinión es la buena…
Pero abre tu mente, atiende a lo que proponen los demás, porque seguro que su punto de vista puede aportar algo interesante.
Los Fisioterapeutas y Terapeutas Ocupacionales tienen la ventaja de que pasan muchas horas en contacto directo con sus pacientes, tienen mucha información que pueden trasladar al médico prescriptor, pero siempre debería hacerse con mucha precaución y total respeto.
Los Médicos Rehabilitadores son facultativos, con 6 años de carrera profesional, más la especialización de la residencia, pueden tener mucha preparación, pero eso no quita que también puedan aprender de otros profesionales.
Nos necesitamos los unos a los otros, no tienen sentido las luchas de egos y la falta de comunicación.
Por tanto, seamos humildes y dejemos siempre espacio a las opiniones de los demás, independientemente de su título académico.

AVARICIA: Quererlo todo, nunca es suficiente la Rehabilitación Infantil
Si tienes un hijo con discapacidad, todo tratamiento te parece insuficiente.
Querrías más horas de fisioterapia, más consultas de revisión, más pruebas médicas…
Probablemente tengas razón, todo es mejorable, pero no hay que dejar de valorar lo que se tiene y ser agradecido con los recursos que sí puedes disfrutar.
Trata de ver el vaso que tienes medio lleno, no te centres en lo que te falta, sino en lo que está disponible para ti.
Seguro que a muchas familias en otros países, les encantaría contar con los recursos que tú tienes al alcance y no estás apreciando. Simplemente estás triste porque no puedes tener por ejemplo el nuevo traje EXOPULSE.

LUJURIA: Bueno, esto puede ser un tema embarazoso 😉
Salvo por ejemplo el caso del fisioterapeuta pediátrico que tiene un affaire con la madre de su paciente, pues no se me ocurre aplicación del pecado de lujuria a la Rehabilitación infantil.
IRA: Discutir, enfadarnos o faltar al respeto
Familiares que se encaran a los profesionales. O profesionales que discuten entre ellos…
Se escuchan críticas que no siempre son constructivas:
“Esa madre está trastornada…”
“Es que la terapeuta no tiene ni idea”
“El médico rehabilitador ni lo ha bajado de la silla de ruedas”
Todos podemos meter la pata, hacer un comentario desafortunado o simplemente malinterpretar lo que nos están diciendo. Pero nunca deberíamos faltar al respeto, ni mucho menos ponernos violentos.
Nunca he entendido las actitudes agresivas. Con respeto y educación se consiguen muchas más cosas en esta vida.
La ira es un ácido que puede hacer más daño en el recipiente en el que se almacena que en cualquier otra cosa sobre la que se vierte.
GULA: Atiborrar al niño de tratamientos de Rehabilitación Infantil
Más no siempre es mejor.
Hay que priorizar, no todas las terapias son adecuadas ni necesarias para todos los casos.
Tampoco tendría sentido descuidar otras cosas importantes de la vida, como el disponer de tiempo libre, el poder acudir a un cumpleaños o por ejemplo descuidar la economía familiar gastando lo que no se tiene.
Veo niños con agendas tan ocupadas que parecen pequeños ejecutivos.
Algunas familias van de cabeza para llegar a todos los tratamientos y terapias posibles, cayendo en un exceso que termina por agotar al niño y a la propia familia.
ENVIDIA: Culito veo, culito quiero

“Quiero una silla de ruedas como la de Menganito”
¿Pero tú te has planteado cuáles son las necesidades de Menganito y cuáles son las de tu hijo?
Porque a lo mejor en tu caso no tendría sentido adaptar una silla de ruedas autopropulsable y ligera, cuando lo que necesita realmente tu niño es una silla con basculación.
“A Fulanito le han pinchado toxina y a mi hijo no”…
Las comparaciones, en la vida en general, son muchas veces causa de infelicidad.
Cada paciente es único y no podemos comparar. Confía en los profesionales y si tienes dudas, plantéalas con educación y respeto.
PEREZA: Si total da igual…
Así como la avaricia nos puede cegar, la pereza también nos puede impedir valorar con objetividad.
“Está muy grave, no merece la pena confeccionar un nuevo asiento a medida…”
“Total, si no va a caminar, para qué quieren unos Dafos”
Muchas veces no es fácil decidir, pero trataremos de analizar la situación y valorar la relación coste – beneficio de lo que se está planteando, teniendo en cuenta el fin último del tratamiento rehabilitador que es la mejora de la calidad de vida del paciente.
Con este artículo no pretendía dar lecciones a nadie. Yo soy la primera pecadora de la pradera 😉
Todos tenemos momentos de saturación donde mandarías a paseo a más de uno, pero…
Creo que lo importante es darnos cuenta de nuestros errores y tratar de mejorar cada día
Espero al menos haberte hecho pensar y sobre todo deseo que seas un profesional súper motivado en tu trabajo, nuestros pequeños pacientes no se merecen menos.
Aquí en este blog ¡Ya somos más de 2.000 motivados por la Rehabilitación Infantil!

8 Comentarios. Dejar nuevo
De lo más acertado! La lujuria podría ser cuando nos dejamos “seducir” por opciones terapéuticas muy nuevas y atractivas de las que aún no se tiene evidencia pero asumimos que seguro serán mejores que nuestros “clásicos”.
Qué bueno Belén! Me ha encantado tu aportación
Muchas gracias por el comentario, es genial ☺️
Hola Gloria buen día.
Ami me pareció muy acertado el de la gula. Cuántas veces por quererlo todo descuidas todo. Y no se aterriza ni se concluye nada que pueda ser de beneficio para el paciente. Y me refiero tanto a los profesionales como a los padres de familia. Muy buenas tus comparaciones. Para detenernos a pensar. Gracias Gloria, saludos!!
Hola Tere!
Gracias por tus palabras.
Qué bien que te haya gustado el artículo y reconforta saber que en México compartís las mismas inquietudes que aquí en España.
Un abrazo!
Graciasss Gloria este medico rehabilitador siempre va a escuchar a todos. Dicen que el diablo aun que no tiene la razón es bueno escuchar lo que tiene que decir. Siempre alguien tiene algo que enseñarnos y nosotros debemos prestar oido si queremos progresar como seres humanos y mas si tenemos que ayudar o curar a otro ser.
Muchísimas gracias Víctor!
Me encanta saber que son muchos los profesionales que, como tú, son cercanos y accesibles, independientemente del cargo que ocupen.
Un abrazo!
Me encanta !!!!! Gracias por tu bolk.
En el recorrido q llevó he tenido q lidiar , con la sobervia y falta de humildad, no escuchar al cuidador , mi lema es siempre , intenta ponerte en el otro lado y empatizar , quizás si le tocará llevar estos zapatos q aprietan !!! , la cosa cambiaría.
Muchas gracias por tu comentario Antonia!
Así es, antes de juzgar al otro hay que caminar tres lunas con sus zapatos.
Cada uno podemos mejorar nuestro cachito de mundo,
Un abrazo!